
Resumen
Libro: Crónicas marcianas
Autor: Ray bradbury
Fecha de publicación: 1950
Género: novela, ciencia ficción
ENERO DE 1999 – “EL VERANO DEL COHETE”
Se describe el momento en que en Ohio, donde era invierno, llega el calor producido por el lanzamiento de un cohete, produciendo un verano momentáneo.
FEBRERO DE 1999 – “YLLA”
El señor y la señora K (llamados Yll e Ylla, respectivamente), que habitaban en un mar seco del planeta Marte. Ella esperabasentadaafuera de su casa, con el presentimiento de que algo iba a suceder. Su esposo, dentro, leía. La señora K se durmió y tuvo un sueño en el que un terrícola, llamado Nathaniel York, bajaba al planeta en cohete. A ella le gustó. Le contó el sueño a su marido, quien se fastidió por aquello, creyéndolo ridículo.
Ylla caturreaba una canción en inglés, aunque no sabía dónde la había aprendido ni qué lengua era aquella. Su marido se molestó nuevamente. Más tarde Yll la invita a ir a la ciudad; ella se muestra recelosa porque hacía mucho que no salían, pero finalmente salen, llevados en un barquillo tirado por “pájaros de fuego”. Luego el señor también sugiere a la mujer la idea de ir de paseo algunos días a las Montañas Azules, pero ella se niega.
A la mañana siguiente, cuando Ylla despertó su esposo le dijo que nuevamente había estado hablando en sueños. Ella le cuenta que nuevamente había visto a Nahaniel York, que habló con ella y la besó, y le prometió que la llevaría a la Tierra en su nave, que en sus sueños había descendido esa misma tarde en el valle Verde, cerca de su casa. Ese día Yll no salió a la ciudad, a pesar de que siempre lo hacía. La mujer le dice que va a ir a ver a una amiga pero él se opone, aduciendo que había invitado al doctor y que debían atenderlo correctamente. Ylla al final accede a quedarse.
Horas después el doctor no había llegado; el hombre se impacientó y dijo a su mujer que se iba a cazar, preguntándole nuevamente si se iba a quedar en la casa. Ella se quedó y poco después comenzó a sentirse rara, mientras miraba el cielo, esperando que sucediera algo. Una tormenta se avecinaba. A lo lejos se escucharon disparos; la mujer se estremeció y salió gritando. Algún rato después escuchó a alguien que se acercaba, y es evidente que esperaba que sea alguien más, pero resultó ser su marido. Hablando luego con él, le dijo que quería recordar la canción que cantaba, pero no podía.